Artículo Informativo de cómo controlar las conductas en el salón

 

¿Cómo controlar las conductas en el salón de clases de forma efectiva?

Manejar las conductas de los niños en el salón de clases es fundamental para lograr un ambiente de respeto, concentración y aprendizaje. Cuando los estudiantes comprenden lo que se espera de ellos y se sienten seguros y valorados, su comportamiento mejora de forma natural.

A continuación, se presentan estrategias prácticas que pueden aplicarse día a día y que han demostrado dar buenos resultados con los niños:


1. Establecer normas claras y comprensibles

Desde el inicio del ciclo escolar, es importante establecer reglas simples, positivas y visibles. Estas deben ser explicadas con ejemplos y, si es posible, construidas junto a los niños. Así, ellos se sentirán parte del proceso y más comprometidos a cumplirlas.
Ejemplo: “Usamos palabras amables”, “Levantamos la mano para hablar”.


2. Crear rutinas diarias

Los niños necesitan saber qué va a pasar. Las rutinas les dan seguridad y los ayudan a autorregularse. Tener una secuencia diaria (entrada, saludo, actividades, recreo, salida) disminuye la ansiedad y previene conductas desorganizadas.


3. Reforzar las conductas positivas

Reconocer lo que los niños hacen bien es una forma muy poderosa de motivarlos. El refuerzo puede ser un elogio verbal, una carita feliz, un aplauso o un mensaje a los padres.
Ejemplo: “Me encantó cómo recogiste tus materiales sin que te lo pidiera”.


4. Corregir con calma y respeto

Cuando un niño tiene una conducta inadecuada, es importante corregirlo sin gritar ni humillar. Se puede hablar en privado, recordar la norma y aplicar una consecuencia justa si es necesario. Lo más importante es que aprenda de su error y tenga la oportunidad de mejorar.


5. Usar el diálogo y la empatía

Escuchar al niño y entender por qué actuó de cierta forma permite actuar con empatía. A veces las conductas son reflejo de emociones o dificultades que necesitan atención. Enseñar a expresar lo que sienten también es parte del aprendizaje.


6. Adaptar las actividades a su nivel

Muchos comportamientos negativos surgen por aburrimiento o frustración. Es importante que las actividades estén al nivel del grupo: ni muy fáciles ni demasiado difíciles. Incluir juegos, movimiento y participación mantiene a los niños motivados.


7. Mantener un ambiente positivo

Un aula alegre, ordenada y afectuosa ayuda a que los niños se comporten mejor. Si se sienten valorados, escuchados y respetados, responderán con actitudes más tranquilas y cooperativas.


🧠 Conclusión

Controlar las conductas en el salón de clases no significa castigar constantemente, sino enseñar con paciencia, constancia y cariño. Cuando se aplican estrategias claras, firmes y respetuosas, se logra que los niños comprendan las normas, actúen con responsabilidad y aprendan a convivir en armonía. El buen comportamiento se construye cada día, con el ejemplo y la guía del docente.

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